Ah… reconozco esta sala. El Mexuar. El salón del trono del sultán Muhammad V estuvo ocasionalmente aquí. ¿Le recuerdas? Te dije que se le menciona en el friso de la Puerta del Vino. La suya fue tal vez la época más gloriosa de la dinastía Nazarí. Pero a esta sala originalmente se entraba desde el patio de Machuca, a la izquierda de donde hemos entrado nosotros. Veo que ha cambiado mucho. En época cristiana esta sala se adaptó como capilla, de ahí que exista esa balaustrada de madera a media altura, para que cante el coro en la misa. Incluso conserva los escudos heráldicos del siglo XVI. Ah, en la pared por donde hemos entrado, quedan todavía los azulejos con las dos columnas imperiales. Quiere decir que allí estuvo el altar.


El Mexuar fue construido en torno a 1320, en época del sultán Ismail Primero. En esa época, la sala estaba techada por una impresionante cubierta de cristal policromado, que descansaba sobre columnas de mármol. ¡Ah, míralas a nuestro alrededor, habibi! Las columnas aún existen, con sus coloridos capiteles… La cubierta de cristal se retiró en el siglo XVI, para ampliar el edificio. La planta de arriba se convirtió en residencia de los gobernadores de la Alhambra.

El alicatado de las paredes aún conserva los motivos geométricos propios del arte musulmán. Justo encima de los azulejos se repite un lema de época morisca escrito en grafía arábiga, en el que puedo leer: al-milk li-l-lah, al qudra li-l-lah, al-´iza li-l-lah. “El reino de Dios, la Grandeza de Dios, la Gloria de Dios”.

Si el sultán Muhammad V volviera de la tumba y viera que su salón del trono está hoy vacío… Se sorprendería tanto como si volvieran los reyes cristianos, y vieran que su capilla también desapareció.

¿Seguimos, habibi? Veo una puertecilla al fondo.



(c) (R) 2013, MUSMon com S.L.
Text (a) Carlos Madrid (2012)

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Source: Own work
Author: Julián Hernández Martínez (2013)