Sala de las Dos Hermanas

La sala de las Dos Hermanas sólo debe el nombre a las dos grandes losas gemelas de mármol de Almería que tienes a tus pies. Son impresionantes, pero podemos olvidarnos del detalle y levantar la vista.

Esta cúpula me fascina… El equilibrio entre las aberturas que filtran la luz, y los volúmenes de mocárabes… Los mocárabes son esos cuerpos geométricos pintados de vivos colores. El poeta nazarí Ibn Zamrak, al que tuve el privilegio de conocer, inmortalizó los encantos visibles e invisibles que esconde esta cúpula. Sus versos están escritos sobre las exquisitas molduras de yeso de las paredes, que mencionan también, con un deje de misterio, encantos aún escondidos a los visitantes.

Esto era el corazón del palacio de Muhammad V, de hecho la estructura del edificio se articula en torno a esta sala. La cerraba una puerta de una belleza espectacular que podrás admirar en el Museo de la Alhambra,

Si caminas hasta la sala del fondo, abierta a un jardín, accedemos al Mirador de Lindaraja, que ocasionalmente fue salón del trono o Mexuar del Sultán Muhamad V. Desde aquí se rigieron los destinos de Granada y sus habitantes. En una ocasión, el sultán recibió del rey Pedro I el Cruel un obsequio muy personal: la cabeza de un familiar que usurpaba el trono. El rey cristiano ayudó a su colega musulmán asesinando en Sevilla al mal pariente y permitiendo así el regreso al trono de Granada a su legítimo titular. En aquellos días las cabezas rodaban con mucha facilidad.



(c) (R) 2013, MUSMon com S.L.
Text (a) Carlos Madrid (2012)

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Source: Own work
Author: Julián Hernández Martínez (2013)