Fachada del Nacimiento

¿Estás ya frente a la fachada? Contempla entonces este magnífico canto a la vida y la creación. La fachada del Nacimiento, donde se narran los principales acontecimientos de la infancia de Jesús.

Pocos días antes de morir, Gaudí pudo contemplar la conclusión de esta portada, que por aquel entonces era, junto a la cripta y al ábside, la única parte en pie del templo. Seguro que te preguntas por qué decidió completar esta fachada y dejar que del resto del edificio se ocuparan las generaciones futuras. Lo cierto es que Gaudí, consciente desde el principio de que no vería acabada su obra antes de morir, quiso al menos dejar finalizada esta fachada, para que diera una idea global de la estructura y la decoración del templo. Así, el pórtico del Nacimiento serviría de guía y estímulo a los arquitectos que le sucedieran.

Se trata de una obra acumulativa, en la que el arquitecto fue evolucionando, y añadiendo los nuevos descubrimientos arquitectónicos que iba probando en otras obras coetáneas, como la Casa Milá o la Colonia Güell.

Como puedes observar, la fachada está dividida en tres puertas, que se corresponden con las tres virtudes teologales por las que se accede a la Iglesia: La Esperanza a la izquierda, la Caridad en el centro y la Fe a la derecha. Los pórticos están separados por dos grandes columnas, dedicas a José y María, que terminan en forma de palmera y sobre las que varios ángeles tocan sus trompetas triunfales. Las bases de estas columnas son soportadas por el caparazón de dos tortugas, una de tierra y otra de mar, que simbolizan lo inalterable del tiempo. Se trata de una arquitectura muy racional en cuanto a su construcción, pero tremendamente barroca en su ejecución.



(c) (R) 2013, MUSMon com S.L.
Text (a) Diego Laforga Marcos (2013)

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Source: Own work
Author: Carlos Marcos (2013)