Bóvedas y columnas

Avancemos juntos ahora hacia el altar mayor, pero antes de llegar detengámonos hacia la mitad de la nave. Aprovecharé para hablarte del sistema de bóvedas de la Sagrada Familia, y de paso descansaremos un poco, pues mis cansadas piernas empiezan a flaquear. ¿Por qué no buscamos un lugar tranquilo desde donde contemplar las cubiertas?

Mira, fíjate en cómo se entrelazan las columnas con las bóvedas, dejando pasar entre ellas la luz. Técnicamente te diré que son formas de doble curvatura generadas por líneas rectas a base de paraboloides e hiperboloides, aunque yo prefiero decir más bien que lo que contemplamos es un gran bosque de roca, plagado de troncos y ramas que culmina en la copa de los árboles. Los manuales de arquitectura dicen que es una solución extraordinaria, propia de un genio, pero en realidad yo sólo tomé las formas orgánicas de la naturaleza y las trasladé a la piedra, eso sí, desarrollando una geometría reglada que garantizase su estabilidad. Utilicé la llamada técnica de bóveda catalana, que consistía en la superposición de varias capas de ladrillos con argamasa, que luego cubrí con unas formas piramidales, coronadas por una linterna y un farol.

Con esta estructura lo que buscaba es, además de un sistema acústico perfecto, permitir que la luz natural entre desde la cubierta hasta el interior del templo, de una forma suave y armónica. Además, la claridad entra también por los ventanales laterales, lo que aporta efectos artísticos, gracias a la forma abstracta de las vidrieras, y crea el espacio de recogimiento necesario para rezar a Dios.




(c) (R) 2013, MUSMon com S.L.
Text (a) Diego Laforga Marcos (2013)

Picture:
Source: Own work
Author: Carlos Marcos (2013)