Autorretrato

Durero fue un pintor renacentista alemán que vivió entre finales del siglo XV y principios del XVI. Destacó por sus dotes como dibujante y extraordinario grabador. Vivió en una Alemania totalmente revuelta por las luchas religiosas y marcada por la reforma de Lutero, que no solo hizo temblar los pilares de la religión, sino también de la propia política. El propio pintor se convirtió al luteranismo.

El autorretrato es un género muy del gusto de Durero y muy habitual entre los pintores italianos, prueba de ello es que el artista dejó varias muestras de este género, todas de gran modernidad. El que podemos contemplar en el museo del Prado sigue las pautas del retrato italiano, con la figura de medio cuerpo y un paisaje de fondo, que se supone visto a través de un ventanal. El pintor se representa con un atuendo elegante y las manos enguantadas para dejar patente su refinamiento, bienestar económico y posición social. La cabellera larga y rizada y la mirada profunda hacia el espectador, nos recuerda los de Leonardo.

Debajo de la ventana aparece una inscripción, con la fecha de 1498 y su firma: “Hice esto según mi semblante cuando tenía veintiséis años”.

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Textos (a) Catalina Serrano Romero