Esta obra satírica, en forma de tríptico, está cargada de simbolismo, con un carácter moralizante característico en la producción del Bosco. En la tabla de la izquierda, bajo la mirada de Dios, representa distintas escenas del Génesis: la creación de Eva, la tentación, donde la serpiente tiene cabeza de mujer, y la expulsión de Adán y Eva del paraíso.

En la tabla central, de difícil interpretación, el autor parece querer plasmar el eterno anhelo del hombre por alcanzar la felicidad, simbolizado por los enamorados que están subidos a la carreta, y que expresa como la felicidad es tan frágil como el heno. A su alrededor todas las clases sociales; desde reyes, Papas, y nobles hasta el pueblo, todos sin excepción quieren subir a la carreta, utilizando para ello incluso escaleras. Los enamorados están escoltados por un ángel que reza por ellos y un extraño demonio que toca un instrumento musical. A la derecha de la carreta una serie de monstruos parecen arrastrar a los hombres hasta el infierno, reproducido en la última tabla. En la parte alta, el fuego se distingue con unos rojos intensos, y en las escenas inferiores el pintor imagina las más terribles torturas infernales.

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Textos (a) Catalina Serrano Romero