Capillas de las Reliquias y Panteón Real

Frente a ti se levanta un retablo que alberga valiosas imágenes y unas setenta reliquias, más de una robada a otros santos lugares, pues el tráfico con restos de santos era moneda de cambio y un lucrativo negocio para los templos en la Edad Media. Entre ellas hay retazos de las vestiduras de la Virgen María, huesos de ocho de las once mil vírgenes, las gargantas de santos, un diente de Santa Teresa y así una larga lista. El más significativo es el busto-relicario con el cráneo de Santiago el Menor, que distinguirás porque destaca en el altar.

Los sarcófagos reales son de época medieval. A la derecha está el mejor de los yacentes, el de Fernando II de León, el rey que liberó numerosas batallas contra los sarracenos y pensionó al Maestro Mateo para que terminara la Catedral.

A la izquierda de la puerta se halla la reina Berenguela Berenguer, la que fuera esposa del emperador Alfonso VII. Una crónica catalana de su tiempo dice: “Era hermosa, casta, amante de la verdad y de todos los temores de Dios”. Era, no hay duda, animosa y valiente, ya que acompañaba a su esposo a todas las guerras.

Hay otra mujer, ¿la ves? Es doña Juana de Castro, la esposa de Pedro I el Cruel, para otros el Justiciero, que tuvo que repudiarla al día siguiente de los esponsales, al no haberse anulado su matrimonio con Blanca de Borbón. El monarca reconoció años más tarde que también había celebrado un enlace secreto con María de Padilla.

Si lo deseas, puedes ir a la otra sala del pasillo, a la Capilla del Tesoro, que alberga interesantes y valiosas colecciones de objetos sacros, como la espléndida custodia procesional de Antonio de Arfe.

Vuelve a la Catedral, que debes cruzar en dirección al Pórtico de la Gloria, donde hallarás la entrada al Palacio de Gelmírez.




(c) (R) 2013, MUSMon com S.L.
Text (a) Diego Laforga Marcos

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Source: Own work
Author: Diego Laforga (2013)