La sala de las audiencias, llamado el Patio del Cuarto Dorado… Un patio andalusí, con una elegante fuente en el centro, a ras de suelo para que su sonido no turbe las conversaciones. El agua hubo que traerla a este monte a través de cauces y canalizaciones artificiales. Cuando entraste por la Medina y tuvimos la suerte de conocernos, atravesamos la Acequia Real. ¿Lo recuerdas?

En este patio se hacían las audiencias oficiales. Las dos columnas conforman tres arcos, cuajados de delicados relieves. Dicen los expertos que los motivos de los capiteles son una auténtica curiosidad, porque son de de época almohade, que eran tan austeros como fundamentalistas. ¿Y ves la ventana de arriba, con celosía, sobre los arcos? Allí se solía hospedar la emperatriz, esposa de Carlos V, que tanto disfrutaba de la Alhambra.

En mi época, las recepciones se hacían en el patio, al fresco. Detrás de las columnas se encuentra el Cuarto Dorado, donde altos funcionarios y protegidos de la corte esperaban su turno. Te sugiero que pases a verlo. No dejes de admirar el hermoso artesonado de la sala. Es el original. Los detalles dorados que lo adornan datan de época cristiana, porque los vencedores integraron el arte nazarí con sus propios gustos estéticos.

Pero veo mucha agitación, habibi. Ahora que Granada ha sido rendida ante los Reyes Católicos, sólo veo sirvientes corriendo de acá para allá, salvando las pocas riquezas que el sultán Boabdil desea llevar en su exilio.

¿Seguimos? La fachada opuesta, tan solemne, es parte del Palacio de Comares, la residencia privada de los sultanes. Allí nos dirigimos...



(c) (R) 2013, MUSMon com S.L.
Text (a) Carlos Madrid (2012)

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Source: Own work
Author: Julián Hernández Martínez (2013)