Mujer Sentada y Dafne

Las esculturas expuestas en la sala tituladas “Mujer Sentada” y “Dafne”, ambas de mediados de la década de 1930, nos devuelven la figura de Julio González, pintor y escultor al que vimos inicialmente seducido por la corriente noucentista, y del que puedes constatar la evolución de su proyecto creativo.

En 1937 terminó su obra más reconocida, “La Montserrat”, hoy en un museo de Amsterdam, y de la que puedes ver aquí una derivación. Se trata de la obra de título “Máscara de Montserrat gritando”, una máscara metálica de un rostro contraído en un grito, realizada en 1937, cinco años antes de su muerte.

Con “La Montserrat” retomó la figura simbólica de la campesina catalana, transformada en un icono de reivindicación vital frente a una época de totalitarismo político.

La figura de “Dafne”, un volumen erguido del que sobresalen varas metálicas en curva, nos transmite una cercanía al estilo abstracto propio de las vanguardias de los años treinta. El hábil empleo de esas finas barras de hierro, que parecen trazar la escultura sobre el vacío, son fiel reflejo de su formación inicial. El negocio familiar de orfebrería artesana, unido a la práctica ocasional de su padre por la escultura, predispusieron a Julio González a explorar en dicho mundo para encontrar una forma de expresión.

Colaboró con Picasso, que no sabía trabajar el hierro, y aprendió de él el potencial de lo que hoy podríamos llamar reciclaje artístico: el empleo en las esculturas de elementos de deshecho.

La obra de González estuvo expuesta con el “Guernica” de Picasso en el Pabellón de España de la Exposición de París de 1937, del que en el Museo puedes contemplar una cuidada maqueta.

(c) (R) 2012, MUSMon com S.L.